En el mundo de la moda, donde la exigencia y la perfección suelen imponerse, hay voces que marcan la diferencia. Una de ellas es la de Laura Soledad Godoy, coach de pasarela que no solo enseña técnica y estilo, sino que también se dedica a transformar vidas. Con una historia personal inspiradora, Laura ha acompañado a jóvenes con dificultades físicas y psicológicas, demostrando que la verdadera belleza comienza en la confianza interior.

Antes de comenzar con tu experiencia profesional, me gustaría que nos cuentes ¿cuál es tu nombre completo?
Mi nombre es Laura Soledad Godoy, tengo 43 años, soy madre de 6 hijos y orgullosa abuela de 4 nietos.

¿Nos podés compartir tu signo zodiacal y tu color favorito, esos pequeños detalles que también reflejan parte de tu personalidad?
Mi signo zodiacal es Géminis. Mis colores favoritos son el rojo y el azul.

Pasando ahora a tu labor en la moda, ¿cómo descubriste tu vocación como coach de pasarela y qué fue lo que te motivó a dedicarte a este mundo tan particular?
Desde muy chica me gustaba mucho este rubro, a pesar de que es muy difícil llegar. Me encantaba ver los desfiles de Roberto Giordano y siempre admiré a Carolina “Pampita” Ardohain, me inspira su forma de ser y su pasarela. Ellos me motivaron a seguir mis sueños en el mundo de la moda.

En tu trayectoria has acompañado a chicas que atravesaban dificultades físicas y psicológicas, ¿qué significa para vos poder transformar sus inseguridades en fortalezas?
Es muy difícil de explicar con palabras. A mí me hubiera gustado tener ese acompañamiento. Ayudar a otras chicas a sentirse seguras de sí mismas es increíble. Ver sus progresos me llena de satisfacción y me motiva a seguir.

¿Cuáles son las herramientas principales que utilizás para trabajar tanto el porte físico como la confianza interior de quienes se forman con vos?
Les enseño a tener buena postura, a dar pasos firmes, a sentirse seguras y aceptarse tal cual son, más allá del físico. La pasarela puede intimidar, pero cuando lo hacés con pasión es única.

¿Cómo lográs que tus alumnas lo vivan como una experiencia de crecimiento y empoderamiento personal?
Primero que nada, que confíen en mí y no pierdan su esencia. Me ven como una compañera más y así se van soltando. Les doy consejos y herramientas para sentirse seguras en el escenario y aprender de los errores.

¿Recordás alguna historia o proceso de transformación que te haya marcado especialmente en tu carrera como coach?
Sí, una alumna que llegó muy tímida, con muchas inseguridades y con un trastorno del intelecto. Ver cómo se superó, ganó confianza y terminó desfilando y haciendo sesiones de fotos con marcas fue emocionante. Es un ejemplo de que todo es posible.

Además de enseñar técnica y actitud, transmitís valores y motivación. ¿Qué consejo clave le darías hoy a una joven que sueña con brillar en una pasarela, pero aún duda de sí misma?
El mundo de la moda es duro, pero siempre les digo que sigan sus sueños, que nada es imposible. Nadie puede decirles que no lo van a lograr. Depende de uno mismo y nunca es tarde para cumplir metas.

En un mundo de moda cada vez más diverso, ¿cómo trabajás la inclusión y la aceptación de distintos cuerpos, estilos y personalidades en tu enseñanza?
Les enseño que todas son iguales, que deben ser compañeras, humildes y no compararse con nadie.

Mirando hacia adelante, ¿qué metas o sueños te gustaría cumplir como coach y referente en la formación de nuevas generaciones de modelos?
Sueño con conocer a Carolina, poder tener un espacio propio para enseñar cursos gratuitos y acompañar a chicas de bajos recursos a cumplir sus sueños. Gracias a la señora María Cristina Antón, que confió en mí desde el primer día, hoy tenemos la escuela de modelos y misses MC MODEL S. Hace más de 6 años formamos jóvenes que ya están cumpliendo sus metas, y eso nos llena de orgullo.