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“Diosas en Llamas”: la historia de transformación y empoderamiento femenino que inspira a miles

“Diosas en Llamas”: la historia de transformación y empoderamiento femenino que inspira a miles

En una entrevista íntima y reveladora, la creadora de Diosas en Llamas abre su corazón para contar cómo un proceso personal de quiebre, sanación y transformación se convirtió en un movimiento que hoy inspira a miles de mujeres.

¿Cuándo y cómo descubriste tu pasión por acompañar a otras personas en su camino hacia el amor propio y la transformación?
La descubrí en mi propio quiebre. Yo sabía, incluso en medio del dolor, que de todo eso que estaba viviendo algo lindo iba a nacer. Cuando logré convertirme en esa mujer que siempre había soñado ser, entendí que mi historia no era solo mía. Me dije: "Lo que yo pasé seguramente lo están pasando muchas mujeres". El desmerecimiento, la falta de límites, la baja autoestima... son heridas compartidas. Ahí nació mi propósito: ayudar a otras mujeres a salir con la misma metodología que yo utilicé para reconstruirme y sanar.

Como fundadora de "Diosas en Llamas", ¿qué te motivó a poner en marcha ese proyecto y qué mensaje querías transmitir desde el inicio?
Lo que me motivó fue la necesidad de crear un espacio seguro, de contención, de inspiración y de formación. Un lugar donde las mujeres recordemos que no somos frágiles ni pequeñas, que en nosotras habita un poder inmenso. "Diosas en Llamas" nació con ese mensaje: que somos creadoras, que tenemos fuego, y que cuando nos conectamos con esa fuerza interna podemos transformar no solo nuestra vida, sino también la de quienes nos rodean.

¿Podés compartir un cambio clave en tu vida que se transformó en una llamada de atención para despertar tu propia conciencia?
El gran cambio fue darme cuenta de que estaba en automático. Vivía en el hacer, hacer, hacer... y en ese ritmo me fui perdiendo. Perdí mi esencia femenina, esa parte auténtica y magnética que me hacía vibrar. Fue un golpe fuerte, pero también una revelación: no quería seguir viviendo desconectada de mi verdad. Ese despertar me devolvió a mí misma.

¿Qué significa para vos el concepto de "empoderamiento femenino" y cómo lo llevás a la práctica en tu día a día?
Para mí el empoderamiento femenino no es gritar fuerza, ni querer demostrar todo el tiempo. Es recordar el poder que ya habita dentro nuestro. Es respetar nuestros límites, honrar nuestros ciclos, tomar decisiones desde el amor y no desde el miedo. En mi día a día lo practico así: siendo fiel a mi esencia, viviendo con presencia y guiando a otras mujeres para que también se reconozcan poderosas.

Como coordinadora de eventos y oradora, ¿qué experiencia en escena se te quedó grabada por su intensidad o impacto emocional?
Recuerdo una vez, como speaker, que me subí al escenario con un fuego interno indescriptible. Di mi mensaje y en ese instante confirmé que había nacido para esto. Todo lo que había transitado en mi vida cobraba sentido en ese momento. Fue magnífico ver cientos de personas escuchándome, emocionándose, llevándose herramientas y aplicándolas en su propia vida. Ver cómo se transformaba la energía de esa sala fue uno de los momentos más poderosos que he vivido.

Si pudieras elegir una palabra para definir tu estilo de liderazgo y acompañamiento, ¿cuál sería y por qué?
"Guía". Porque mi rol no es imponer ni llevar de la mano, sino iluminar el camino para que cada mujer descubra que siempre tuvo la fuerza dentro de sí. Y agregaría algo clave: un verdadero guía también lidera desde la excelencia. Porque acompañar no es solo estar, sino también inspirar con el ejemplo, vivir lo que predicamos, y mostrar que la coherencia es el puente entre la teoría y la transformación real.

¿Qué dificultad personal tuviste que superar para llegar hasta acá y qué le dirías a alguien que hoy enfrenta lo mismo?
Tuve que sanar mi pasado. Por mucho tiempo sentí que era un peso que me limitaba, que me ataba y que no me iba a dejar crear, soñar o avanzar. Hasta que entendí algo poderoso: mi pasado no define quién soy, ni mucho menos mi destino. Solo es parte de mi historia, no mi identidad. A quienes hoy sienten que no pueden salir de ahí, les diría: tu historia es parte de vos, pero no sos tu historia. Podés transformarla en un motor de vida.

¿Cuál es tu mayor orgullo como creadora y guía de cambio para otras mujeres?
Mi mayor orgullo no son los números ni los logros visibles, sino ver a mujeres que llegaron dudando de sí mismas y hoy brillan con fuerza. Mujeres que ahora ponen límites, que se eligen, que se miran al espejo con amor. Verlas florecer y saber que fui parte de ese proceso es el mayor regalo que puedo recibir. Es la prueba viva de que cuando una mujer sana, también sana todo lo que la rodea.

¿Qué proyecto o sueño te gustaría realizar próximamente y por qué?
Hoy estoy en un momento de mi vida en el que muchas puertas se están abriendo. Estoy en total apertura, siempre y cuando esas oportunidades estén alineadas con mi visión. Un sueño que tengo es expandir "Diosas en Llamas" a nivel internacional, creando experiencias presenciales que impacten a miles de mujeres a la vez. Porque creo que cuando una mujer se enciende, enciende a su familia, a su comunidad, y eso transforma al mundo entero.

Para quienes hoy empiezan su propio camino en el autodescubrimiento, ¿qué consejo emocional o práctico les darías desde tu experiencia?
Les diría que tengan paciencia consigo mismas. Que no quieran acelerar procesos, que se permitan habitar cada etapa. Que celebren los pequeños pasos, porque esos pasos son gigantes cuando se sostienen en el tiempo. Y, sobre todo, que no busquen afuera la validación: todo lo que necesitan ya está dentro suyo. Solo tienen que animarse a mirarse de verdad.