Como periodista especializada en espectáculos y lifestyle, no puedo dejar pasar una de las revoluciones más interesantes de este año: la cosmética verde y el boom de los perfumes recargables. Sí, leíste bien. Ahora, además de oler increíble, podés hacerlo cuidando al planeta.

El refill es la gran movida que transforma la industria de la belleza. ¿En qué consiste? En reutilizar los mismos envases y rellenarlos en lugar de tirarlos y comprar nuevos. Esto significa menos plástico, menos vidrio virgen, menos cartón y una reducción enorme de desechos. En pocas palabras: más conciencia y menos impacto ambiental.

Pero ojo, que esto no es solo una idea romántica. Ya hay marcas de peso que se sumaron a la tendencia:

✨ Ralph Lauren rediseñó los frascos de sus fragancias Polo para hacerlos 100% recargables. Esto se traduce en un 22% menos de vidrio virgen, 67% menos de metal y 32% menos cartón. Además, el refill es un 35% más accesible para los consumidores.

✨ Lancôme aplicó esta opción a su icónica fragancia La Vie Est Belle, logrando una reducción del 50% en el uso de vidrio y ahorrando 223 toneladas al año. También disminuye un 46% el plástico y cartón, y un 39% la huella hídrica.

✨ Giorgio Armani no se quedó atrás: Acqua Di Gio, Code y My Way ya cuentan con frascos recargables. Gracias a esto, logran un 31% menos emisiones de carbono, 43% menos cristal y 67% menos metal. My Way, además, se convirtió en la primera fragancia con neutralidad de carbono, cuidando todo el proceso, desde la recolección de ingredientes hasta el producto final.

Lo interesante es que esta tendencia no solo beneficia al medio ambiente, sino también al bolsillo de los consumidores, porque los refills son más económicos que comprar un perfume nuevo. Y como dicen en la industria: cuidar el planeta nunca había sido tan chic.

La conclusión es clara: la belleza del futuro es recargable, sostenible y consciente. Apostar a la cosmética verde es mucho más que una moda; es un compromiso real con nuestro planeta 🌍.